La mayoría de las mujeres tienden a cuidarse más en esta fase, dando mayor enfoque a lo prenatal, al control de la alimentación, a disminuir la carga de trabajo, pero ¿qué pasa con la higiene bucal durante el embarazo?.
Todos estos cambios de rutina provocan una falta de preocupación en cuanto a la higiene bucal, cuando verdaderamente éstos deberían ser redoblados.
Desgraciadamente, no todas las mujeres embarazadas reservan a la salud bucal la atención necesaria.
En el embarazo, la madre modifica su dieta, aumentando la ingestión de calorías diarias, e ingiriendo mayores cantidades de alimentos entre comidas, muchas veces para disminuir la ansiedad o minimizar las náuseas. Es común preferir alimentos ácidos, lo que acaba por desequilibrar el pH de la saliva, acelerando la aparición de caries.
Los primeros meses, debido a malestares y náuseas y, en la fase final del embarazo, por cansancio y dificultad de moverse, puede haber una falta de atención a la higiene. Ese periodo merece una atención mayor para evitar que haya un aumento considerable de placa bacteriana.
En el embarazo ocurren grandes cambios hormonales habiendo un aumento especial de progesterona y de cortisol, que exacerban los signos clínicos de inflamación, como sangrado gingival.
Gingivitis del embarazo: cuando hay falta de higiene adecuada, ocurre una gingivitis del embarazo (gravídica), que afecta al 90% de las gestantes y tiene como principal señal el sangrado espontaneo durante la masticación o la higiene oral.
Donde hay sangrado gingival, hay inflamación
La placa bacteriana de los dientes y encía, actualmente conocida como biofilme o placa bacteriana, puede llevar a la formación de caries dentaria y a enfermedad periodontal.
La higiene debe ser realizada con un cepillo dental extra suave, pasta con flúor, hilo dental, enjuagues con antisépticos y visitas periódicas al dentista. Si hubiera sangrado gingival, eso implicara una atención mayor en cuanto a la higiene bucal durante el embarazo y las visitas aún más frecuentes al dentista.
Los vómitos frecuentes son comunes durante el primer trimestre del embarazo, tornan el pH de la boca más ácido y favorecen la actividad bacteriana.
Por lo tanto, las embarazadas que presentan episodios frecuentes de vómitos deben estar más atentas a su salud bucal, buscando intervenciones odontológicas preventivas junto con su dentista.